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miércoles, 17 de septiembre de 2008

LA REVOLUCIÓN DE GUANARITO


RAUL HUMBERTO DE PASQUALI
La Revolución de Guanarito
1.836

La Revolución de Guanarito
1.836
Caracas, Noviembre 1989.


“Desde 1835 Venezuela es un teatro de batalla, cadalsos, asesinatos impunes, proscripciones, confiscaciones y azotes; nuestra patria será en breve o un vasto cementerio o un polvoroso desierto; ella separa de su seno a generales y soldados a magistrados y ciudadanos, a obispos e incrédulos, no halla seguridad sino en la disolución; la estructura constitucional es una deidad antropófaga o misántropa”

Tomás Lander

“La Doctrina Liberal”. Pensamiento Político Venezolano del Siglo XIX. Caracas 1983.

Introducción


Se ha elegido como tema a presentar para evaluación en el seminario de “Problemas Fundamentales de la Historia Política Venezolana 1820-1845” un alzamiento de índole popular ocurrido en el año 1836 en el Cantón de Guanarito de la provincia de Barinas, denominado en las fuentes documentales como la “Revolución de Guanarito”.

En la biblio-homografía de carácter histórico barinesa y portugueseña, consultada, no hemos encontrado referencia acerca de la mencionada insurgencia de armas que según la documentación analizada conmovió la opinión pública de la provincia de Barinas y de otras circunvecinas, además amenazó la estabilidad gubernamental de la “República Oligárquica” en la región de los llanos, motivando una movilización militar gubernamental con el consecuente enfrentamiento con los “facciosos”.

En la bibliografía historiográfica nacional consultada, el tema que es objeto de la presente investigación, apenas se menciona y la atención está centrada en el alzamiento del Coronel Farfán en la región Apure – Orinoco que ocurrió en los primeros meses del siguiente año del “Alzamiento de Guanarito”.

Con el propósito de contribuir al conocimiento de la insurgencia de Guanarito no como un hecho local, aislado sino dentro del contexto nacional con vinculaciones al “Movimiento del Coronel Farfán y al frenesí de proyectar una guerra de castas. Hemos dividido el presente trabajo en capítulos.

En el Capítulo I, se hace un esbozo de la situación política, económica - social entre los años de 1830 y 1835. seguidamente en el Capítulo II, se prosigue con una referencia general o síntesis del proceso histórico de la “República Oligárquica” entre los años de 1835 y 1838. ambos capítulos tienen como propósito de servirnos de marco de referencia haciendo énfasis de las pugnas entre el bloque social de dominación: Comerciantes-Latifundistas, para apoderarse de la conducción del estado venezolano, las crisis económicas, en especial la de 1836 – 1837, debido a los nexos de dependencia tradicional existente.

En el Capítulo III, se trata de reconstruir la “Revolución de Guanarito” en base a fuentes primarias, tema central de nuestra investigación. El Capítulo IV se dedica a un material documental de índole nacional y específico o regional orientado a aproximarnos a la comprensión del fenómeno histórico elegido dentro del contexto nacional.

Finalmente el Capítulo V está referido a las conclusiones.

SÍNTESIS DE LA SITUACIÓN POLÍTICA 1830-1833

En el año de 1830, Venezuela se separa de la república de Colombia y asume identidad política independiente.

Conocidas son las justas razones históricas que determinaron la separación de Venezuela del estado supranacional que se había constituido en circunstancias históricas concretas de la guerra de la emancipación nacional de las antiguas colonias hispanoamericana. La restauración de Venezuela como nación independiente dice Federico Brito Figueroa:

Fue un movimiento eminentemente popular, desde los casacudos hasta los camisas de mochila, categorías sociales que expresan el sentimiento nacional venezolano por intermedio del caudillo popular de la guerra, y además, en esos momentos gendarme necesario al servicio del bloque social de las clases dominantes. (1)

La atención del general José Antonio Páez y el bloque social de las clases dominantes está centrada a partir de la separación y superados los antagonismos y obstáculos de la década de los veinte con el gobierno colombiano, a elaborar las bases organizativas de la nueva república

El Congreso Constituyente que se instaló en Valencia el 6 de Mayo de 1830, conforme al decreto expedido por el General Páez en el 13 de enero del mismo año. Después de prolongados debates, el 22 de septiembre sanciona la Constitución, implantando una forma de gobierno que José Gil Fortoul califica de “....sistema mixto de centralismo y federación” (2). De este modo según opinión del autor citado, el congreso de Valencia quiso evitar los escollos de los sistemas absolutos y creyó hallar el medio más sensato de mantener en equilibrio el Poder Nacional y la autonomía de las provincias, haciendo la observación que “mal que bien logró su propósito la oligarquía conservadora hasta 1849” (3).
Entre otras preocupaciones del Constituyente de 1830, nos refiere José Gil Fortoul, estuvo especificar la manera más estricta las atribuciones del Ejecutivo, con el objeto de ponerle toda clase de trabas, en la creencia que de este modo evitarían que en Venezuela “no se repetiría el sistema autoritario que vivió Colombia” (4).

La ruptura del orden colonial no implicó que internamente se produjeran modificaciones sustanciales en las estructuras económica-social, las perspectivas que alentaron las masas populares a todo lo largo de la lucha independentista. Al instalarse la República en septiembre los constituyentes de 1830 cercenaron algunas de las conquistas logradas y reconocidas a favor de algunos sectores sociales en las constituciones de 1811 y de 1821.

Interesa acudir de nuevo a José Gil Fortoul, que entre otros aspectos señala que:
“La Constitución de 1811, más democrática que ninguna determinó...que el pueblo te4nía la facultad, de revocar la nominación de sus delegados en el congreso en cualquier tiempo del año y elegir a otros en lugar de los primeros...” (5)

El anterior principio liberal que garantizaba al pueblo el derecho de remover a su representante al considerar que no actuaba de acuerdo a los intereses por el cual fue elegido, desapareció con el principio de la República.

La Ley de Manumisión del 2 de octubre de 1830, promulgada por el Congreso Constituyente de Venezuela, significó un paso atrás con relación a la Ley de Cúcuta, tal como asiente Federico Brito Figueroa, porque elevó a veintiún años de edad requerida para asumir a los esclavos. (6)

En relación al ejercicio de los derechos de ciudadanía se impone un régimen censatario, estableciendo la obligación de disponer de una propiedad que devengue
determinada renta anual, tanto para desempeñar cargos políticos como para ejercer la función de elector, forma ésta que elimina a un gran sector de la población carente de poseer la renta anual exigida, amén de saber leer y escribir. Excluyendo, como señala Federico Brito Figueroa: “de los derechos de la ciudadanía al 92% de la población. (7)

En el plano económico –social este sistema político que hemos venido sintetizando, se sustenta en una estructura agraria explotada internamente por la clase latifundista y vinculado a los mercados exteriores a través del núcleo de comerciantes y explotadores. Estos dos sectores se configuran en las clases dominantes y como expresa Catalina Banko: “cuyas alianzas y contradicciones se expresaran a través del proceso político que se abre en 1830” (8).

Junto al latifundio, que se había fortalecido durante la década de los veinte, gracias a la transferencia de tierras a manos de los caudillos militares victoriosos en las guerras de independencia, persiste la esclavitud, aunque reducida en número y en significación económica, debido al escaso rendimiento de tal sistema productivo, convertido, además riesgosa inversión en la medida que fugas y rebeliones se hacen cada vez más frecuentes. (9).

Mientras declina el papel económico de la esclavitud, las relaciones de carácter servil transforman progresivamente en las predominantes en el seno de la sociedad venezolana, tal como lo afirma Federico Brito Figueroa:
“En muchos casos los propietarios prefieren manumitir sus esclavos quienes permanecen en las plantaciones...en calidad de arrendatarios o como simples peones... (10)
En el periodo que se inicia en 1830, el Estado mantiene su estabilidad bajo la presidencia del General José Antonio Páez, quien había demostrado una gran capacidad para aglutinar a las distintas fuerzas políticas descontentas con la conducción bogotana, y logra superar después, bien en el ejercicio de la presidencia o fuera de ella, otras series de crisis políticas, como por ejemplo la de 1831 y la de 1834 – 37. el papel conductor de Páez se sustenta en el poder político-militar lo cual permite convertirse en caudillo, cuya autoridad y garantía de paz, de estabilidad y consiguiente aumento de la producción, lo que se traducirá en el incremento del mercado exterior. (11) Estas condiciones satisfacen tanto los intereses de los terratenientes como de los comerciantes, quienes logran imponer conjuntamente sus propósitos de denominación a nivel nacional a través de la República de 1830. (12)

En lo económico el proceso al que hacemos referencia se desarrolla en al marco de la expansión capitalista a nivel mundial, que requiere en su expansión de la colocación de sus productos industriales en nuevos mercados y obtener de estas materias primas agropecuarias y mineras a bajo precio, siendo ideal o campo propicio las nuevas repúblicas del continente centro y sur americano. En nuestro caso particular , es decir Venezuela, a partir de 1831 se registra un notable aumento de las exportaciones, entre cuyos rubros agropecuarios sobresale el café, que pasa a ocupar el primer lugar en el comercio exterior, desplazando el predominio que había tenido el cacao desde el siglo XVII.

El incremento del comercio exterior favorece la consolidación del sector ligado a dicha actividad económica, como señala Catalina Banko: “comerciantes importadores, exportadores y prestamistas adquieren un creciente dominio económico e intentan posteriormente obtener preponderancia política” (13). Estos comerciantes que desde la década de los veinte, habían logrado acumular capitales de cierta importancia, se observan a través de su participación en el movimiento separatista venezolano acaudillado por el General José Antonio Páez que les permite insertarse en la política y desempeñar un rol importante en la organización de la República de
1830” (14), estableciendo la alianza fáctica con los terratenientes para ofrecer la dominación a nivel nacional.

En el comercio importador – exportador predominan los capitales extranjeros, también pertenecen un grupo de comerciantes venezolanos de los cuales un reducido número actúa independientemente, mientras otos lo hacen como agentes de casas extranjeras y algunos en calidad de socios. Una segunda capa del sector mercantil es la dedicada al comercio de carácter intermediario y está integrada en su mayor parte por venezolanos (15). Estas dos capas constituyen la raíz de la burguesía comercial en Venezuela, aunque la primera ejerce el rol hegemónico dentro de esta clase social (16).

La actividad económica reseñada, está sustentada en los principios ideológicos liberales que le sirven a esa burguesía en su ascenso en el seno de las naciones metropolitanas, considerándose a sí mismas como heredera del papel histórico de la burguesía Europea, como clase en la lucha contra el despotismo y el poder feudal, que según en Venezuela estaría representada por la clase terrateniente (17).

Las clases dominantes terratenientes y comerciantes en una alianza táctica tratan esa etapa de transición orientada al fortalecimiento de los vínculos con el sistema capitalista de conformar un estado no interventor en la economía pero capaz de garantizar el desarrollo de nexos económicos entre las naciones metropolitanas y los países productores de materia prima (18). En este marco, explica Catalina Banko, “las clases dominantes aspiran a crear un marco propicio para el aumento de sus beneficios, la constante expansión del comercio exterior sobre la base del incremento de la producción y del precio de los frutos” (19).
Como parte de esos objetivos, señalados anteriormente, se crea la Sociedad Económica de Amigos del País por decreto del General José Antonio Páez, el 126 de octubre de 1829. los miembros de la sociedad representan el círculo mas calificado de comerciantes y hacendados si bien inicialmente estas clases dominantes habían expresado acuerdo para imponer una determinada política económica, al poco tiempo surgirían pugnas debido a la instrumentación concreta de las medidas de carácter económico (20).

Las reformas económicas de orden liberal tienen como objetivos debilitar económicamente al estado, por un lado, y a la Iglesia por otro, e incrementar por esta vía las posibilidades de la expansión del capital usuario. (21)

De lo anterior, surgirá como acción concreta, la eliminación del diezmo, controlado por la institución eliminación del diezmo, controlado por la institución eclesiástica, el estanco del tabaco, abolición del impuesto de alcabala considerado este como una pesada carga económica para hacendados y comerciantes.

Las anteriores reformas económicas tendrían lugar entre 1830 y 1834, expresamente en el último año citado se aprobará una ley “10 de abril de 1834”, que constituye el punto culminante de un proceso que elimina las trabas de origen colonial “ que dificultaban el desarrollo del capital usurario, sancionando la libertar del prestamista , que implicaba el sometimiento del deudor” (22). Ley que favorecía a la burguesía comercial y usuraria, que dejó el camino expedito para convertirse en la clase dominante a nivel nacional. Pero ley que representará la manzana de la discordia entre hacendados y comerciantes.

Acerca de la “ley del 10 de abril”, el General José Antonio Páez, en su autobiografía, nos dice; en partes que copiamos textualmente:
“Muchos consideraron esta disposición beneficiosa al país, pues los propietarios contarían con dinero para dar impulso a sus empresas
agrícolas y los capitalistas, seguros del pago de las cantidades que desembolsaban, no tendrían dificultad con el dinero.
Algunos temían que los extranjeros, en cuyas manos había mucho numerario, llegasen a ser los dueños de nuestras fincas; pero para evitar este mal bastaba que los deudores fueran circunspectos para no obligarse a lo que no podían cumplir” (23).

En Venezuela, el fundamento ideológico de la “Ley del 100 de abril “ es la legalización de la libertad de contratos entre deudores y acreedores, no siendo posible equiparar ambas posiciones, quien se ve obligado a pedir un préstamo en determinadas circunstancias, aceptando cualquier tasa de interés que se fije, ante la necesidad de obtener el dinero, parte de una inferioridad de condiciones con respecto del acreedor desde el mismo instante que se establece la negociación. (24)

Esta ley que inicialmente había sido combatida por los hacendados, luego fue aceptada por las mayorías ante las esperanzas de obtener dinero para invertir en la producción y que sus tierras adquirirían mayor valor y las tasas de interés descenderían al incrementarse el volumen de dinero ofrecido por las transacciones.

Rige esta ley de libertad de contratos hasta 1848 Fermín Toro, decía en un folleto que tuvo gran resonancia los siguientes:
“...quito a la usura la traba y la sujeción de la Ley; el negocio de préstamo fue el más lucrativo de todos, su práctica se extendió en todas las clases de la sociedad. Los contratos más monstruosos se celebraron sin sonrojo, y los tribunales de la República fueron llamados a ejecutarlos, con escándalo de la justicia y con oprobio de las leyes... El clamor contra la Ley de 10 de Abril se ha visto acompañado con hechos muy expresivos: el odio a los tribunales, la división en la sociedad; la calificación de logreros, usureros, estafadores por una parte, y por la otra alzados, tramposos y arteros...” (25)
El Estado, expresión de los intereses latifundistas y de la burguesía usuraria y comercial, dice Federico Brito Figueroa, sostiene el principio del patronato eclesiástico y no vacila en reprimir a las altas jerarquías religiosas, cuando conspiran reclamando fueros especiales, incluyendo los tributos especiales denominados diezmos y primicias (26). Ese Estado mantiene su estabilidad sobre la base de la
violenta reprensión contra las clases sociales explotadas y los caudillos militares no privilegiados (27). En ese período, (1830 –1846), dice Federico Brito Figueroa; “La institucionalidad, es sinónimo de violencia política legalizada” (28).

Catalina Banko señala además, de la crisis política que agita el país, las de orden económico aspecto este que insistimos al referirnos a la Revolución de la Reforma de 1835.


SÍNTESIS DE LA SITUACIÓN POLÍTICA 1834 – 1837
El año de 1834, llega al final el período constitucional del General José Antonio Páez , se abre un proceso eleccionario que se caracteriza por ser muy polémico donde comienzan a aflorar las contradicciones que estuvieron latentes en años anteriores y “que estallan en el momento el preciso instante que es necesario definir la composición y orientación del próximo gobierno”(29). Dicho proceso electoral culmina con el ascenso a la Presidencia del Dr. José María Vargas, derrotando el candidato apoyado por Páez.

Dice José Gil Fortoul: “Presidente a su pesar Vargas gobierna con fastidio” (30). Según el autor citado no habían transcurrido tres meses cuando el nuevo presidente quiere aprovechar la primera ocasión que se le presente para abandonar el Poder (31). Ya, con anterioridad, Vargas durante la campaña electoral había manifestado inclusive, de retirar su candidatura a la Presidencia, “pero tan vivas eran las instancias de los que querían ver en este puesto a un ciudadano que representara el poder civil” (32) que hubo de llegar hasta el final.

El Dr. José María Vargas, había desempeñado desde 1829 varios cargos públicos, tuvo destacada actuación en la dirección de la Sociedad Económica del País, no obstante, sus actividades estuvieron mas inclinadas a su profesión de médico y a la científica que a la política, sobre este particular citamos textualmente a José Antonio Páez, que dice:
“No desconocía yo, como no conocía ningún venezolano, las revelantes prendas del Dr. Vargas; pero no eran a mi ver estas las que bastaban para conjurar los males que amenazaban la república, sordamente agitada por militares ambiciosos a quienes yo había contenido quitándoles todo pretexto para transformar el orden, y dándole un ejemplo que me excusara si digo que es para mí motivo de orgullo.

Mi voto era por el General Soublette, candidato a quien no tenían derecho a desconfiar los defensores del poder civil, y antes quien no podían menos que inclinarse los mas renombrados héroes de la independencia” (33).

Como vemos en este contexto genera, Páez apoyaba la candidatura de Carlos Soublette, hombre de su entera confianza, aspirando a través de este caudillo seguir ejerciendo su influencia en el nuevo gobierno. Los sectores más ligados a la lucha independentista respaldaban la candidatura de Santiago Mariño, quien se había distanciado de Páez desde el alzamiento de Monagas en 1831, mientras el grupo más vinculado a los comerciantes auspicio y llevó al triunfo presidencial al Dr. José María Varga, quienes además interpretan que el sucesor de Páez debía ser un ciudadano imparcial ajeno a las revoluciones anteriores y a la lucha entre las facciones y contar en cierto modo con el apoyo “del caudillo llanero”.

Hacemos énfasis en el proceso eleccionario por cuanto en él afloran una serie de contradicciones que han sido reseñados por muchos historiadores como fundamentalmente, pugnas entre militares y civilista; inclusive, se llega a considerar la Revolución de las Reformas a motivaciones de carácter personalista, acudimos para la comprensión de ese lapso histórico de nuevo a Federico Brito Figueroa y a Catalina Banko.

El debate electoral tiene a polarizarse entre varguistas y mariñistas, uno de los principales argumentos de los partidarios del General Mariño es la necesidad que en esos años iniciales de nuestras instituciones políticas gobierne una persona investida del prestigio militar y capacitada para lograr el apoyo del ejercito nacional. El marinismo, dice Catalina Banko, sostiene además la importancia de establecer una

continuidad desde la etapa emancipadora hasta la Venezuela de 1834, a través de la participación activa de antiguos patriotas en la dirección política nacional (34). En la
República en el transcurso de esta pugna, se renueva la antigua oposición de nobles contra plebeyos, de aristocracia contra soberanía popular, bajo cuyas banderas se había encarado la lucha contra la dominación colonial pero además se acusa a los aristócratas, identificados con los varguistas, de ultrajar los principios igualitarios. (35)

Mientras las diferencias entre los partidarios de Vargas y los de Soublette, es decir entre “godos y paecistas, está más centrado en lo que respecta al control del aparato político, existe en cambio mayores y marcadas diferencias entre estos dos grupos y los marinistas por sostener estos últimos un proyecto político federalista “ligado mas bien a las aspiraciones políticas de los productores agrarios y a los intereses regionales.” (36)

El análisis de la situación política reducido al enfrentamiento entre marinistas y varguistas, entre militares y civiles, dice – Catalina Banko – soslaya totalmente el análisis de las contradicciones sociales existentes “las cuales expresan en parte, a través de la oposición de federalismo y centralismo, de soberanía popular y gobierno oligárquico” (37).

El partido marinista, constituye tal vez el primer movimiento institucional de la oposición contra la República Oligárquica , (38) antiguos bolivarianos se unen con algunos de los promotores de la separación de la República de Colombia para apoyar la candidatura de Mariño, el concepto de liberalismo, según éstos está vinculado a una propuesta de orden político y el liberalismo, mientras que para los
comerciantes, que apoyaban la candidatura de Vargas, está relacionada con la libertad en el ámbito económico y las ideas de la doctrina clásica de Adam Smith. (39)
Catalina Banko, advierte que si el análisis de las demandas marinistas de implantar el fuero militar y eclesiástico no son consideradas dentro del contexto correspondiente y de tener en cuenta la especificidad del proceso se puede concluir en pensare que las propuestas, anteriormente citadas, se derivan de una concepción retrograda “propia de las sociedades agrarias”. (40)

Ahora copiamos textualmente, escribe Catalina Banko lo siguiente:
“Estos grandes propietarios, formados en el espíritu tradicionalista y nobiliario de la colonia, van radicalizando sus ideas a través del desarrollo del propio proceso de la revolución emancipados, aunque algunas de ellas pertenecen inmóviles debido a las limitaciones que le impone su misma inserción en la estructura productiva” (41)

Prosigue en su interpretación y comprensión de las demandas marinistas desde el punto de vista económico-social, Catalina Banko con lo siguiente:
“Por ello la ideología de los terratenientes parece contener múltiples contradicciones: por un lado, defiende las tradiciones de la iglesia, y por otro adhiere a las nuevas teorías políticas liberales y, al mismo tiempo, reconoce el papel paternalista del Estado en la economía se vincula al mercado capitalista mundial a través del gran comercio de importación y exportación e intenta aumentar la producción, pero sobre la base de técnicas atrasadas y del sistema de explotación esclavista. Por esta razón el fuero militar y eclesiástico, el sistema federal de gobierno y la
doctrina política liberal coexisten como parte del conjunto de ideas de la clase terrateniente” (42)

El proceso eleccionario de 1834 culmina con a la victoria de l sabio José María Vargas y con su ascenso a la Presidencia de la República, desde los días iniciales del nuevo gobierno “civilista”comienza a tomar, cuerpo una corriente de
oposición y el clima político se siente saturado de aires conspirativos. Un rápido desgaste del gobierno varguista, el aislamiento del Presidente, el enfrentamiento del Poder Ejecutivo contra el Legislativo, “la fragilidad del proyecto hegemónico de la burguesía comercial usuraria”, (43) y no tener respaldo del ejercito, la profundización de las contradicciones entre los propios sectores de las clases dirigentes, los conflictos regionales materializan el clima conspirativo con un estallido de acción concreta en la madrugada del 8 de julio de 1835 con la Revolución de las Reformas.

La Revolución de las Reformas.

Depuesto Vargas, desterrado a San Thomas, junto con el vicepresidente Navarrete el movimiento se propagó rápidamente a Valencia, Puerto Cabello, Maracaibo, pero también a Oriente. El General Mariño fue reconocido como Jefe Superior de la “Revolución de la Reforma”

Desde el punto de vista social muchos de los reformistas son reconocidos terratenientes, junto con militares e intelectuales que habían conformado el bloque social dominante en 1830 y desplazados progresivamente del poder por la acción de la burguesía comercial y usuraria de los sectores ligados a ella.

La opinión del General José Antonio Páez, acerca de ese insurgencia es la siguiente: “...jamás rebelde dispusieron de mayores elementos para dar por tierra un gobierno establecido, como los que son de pedir reformas querían entronizar el militarismo” (44)

El desarrollo del proceso, lo diferencia el General Páez, quien se pronuncia a favor de las autoridades constituidas, desde su hato de San Pablo a treinta y ocho leguas de la capital, marcha sobre ésta y desaloja a los rebeldes el 28 de julio. Debilitado el movimiento reformista el caudillo llanero logra pacificar la región
oriental y la zuliana en noviembre del mismo año y después de haber enfrentado una tenaz resistencia de los rebeldes de Puerto Cabello rinde esta plaza en marzo de 1836.

Vargas que había sido restituido, por Páez en agosto de 1835 renuncia definitivamente ala Presidencia en abril de 1836.

A comienzos del año 1837, surgirá de nuevo una inestabilidad política que tiene su expresión concreta en Guayana y los llanos de Apure, es el alzamiento del Coronel Farfán, quien con anterioridad había manifestado su descontento y acudido a las armas según Páez por: “Ya sea, según dijeron algunos, por estar en convivencia con los referidos reformistas sitiados en Puerto o ya para vengar según otros un ultraje personal” (45)

Sometidos en esa oportunidad y “arrepentidos de esa acción” (46), volvió a levantarse de nuevo, a principios de 1837 en Guayana, dejamos el texto nuevamente al General José Antonio Páez que escribió así:
“Si fue sincero el arrepentimiento lo dirán los hechos subsecuentes. A principio del año 37 se levantó de nuevo en la provincia de Guayana proclamando la resurrección de Colombia, la reforma de la Constitución, el restablecimiento del fuero militar y eclesiástico, el juicio por jurados, abolición de los derechos que pagaban los agricultores y ganaderos, decreto de amnistía para los facciosos del 8 de julio y finalmente nombrado Jefe Supremo al General Mariño, instigador de toda esta trama” (47)

La Crisis Económica 1830 –1838.

El General José Antonio Páez, con motivo de dirigir su mensaje “al cuarto ordinario”, 1834, señalaba que si bien las ventas públicas habían cubierto los gastos de la administración y adelantaban la esperanza de que lo mismo sucediera en el
futuro, no obstante, no dejaba de advertir que existían varias circunstancias que podían producir alguna disminución en los ingresos, concretamente expresaba lo siguiente:
“Entre ellos debemos lamentar la peste que hace dos años aflige a los habitantes de la provincia de Apure y las que han destruido las bestias en una considerable parte de nuestros llanos, a la que se agrega la escasez de las cosechas ocasionadas por falta de lluvias en estos dos últimos años; más esto el contrabando se ha extendido a casi todas, que amenazan el Erario y a los particulares honrados que hacen comercio ilícito.” (48)

No deja de recordar, en su autobiografía, el General Páez, el caso del Coronel Cayetano Gavante, entre otros, “quien irritado porque no se le pagaba una deuda que le había reconocido el Gobierno”, se alzó en Tucupido (49).

En el año de 1837, la carestía de los frutos llegó a tal extremo que el ejecutivo tuvo que erogar 4.000 pesos para el Consejo Municipal de Caracas para que lo invirtiera en compras de frutos para ser vendidos al costo “entre la gente pobre de la ciudad” (50), para aliviarles en partes la situación y contener el descontento popular.

Un diplomático, norteamericano, apuntaba en sus notas personales “los efectos (...) de la revolución de julio de 1835 y su influencia paralizadora en la industria (...) son las causas del actual estado de depresión del comercio del país” (51) agregando además, que “la más pequeña baja en el precio del algodón en los mercados extranjeros inmediatamente afecta la extensión del cultivo en muchas partes del país.” (52)

A todos los anteriores indicadores de depresión económica de origen estacional, de conflictos políticos, de acciones armadas, ya concretadas en páginas anteriores, para agudizar la situación de un malestar económico-social se añadía las
epidemias que azotaban los habitantes de los llanos, a tal punto que la capital de la Provincia de Apure de Achaguas fue trasladada a San Fernando, con consecuencias nada favorables en el orden económico. (53)

Paralelamente a la situación de crisis económica interna, esbozada, y acalladas las contradicciones sociales de las clases dominantes después de la derrota reformista, se extiende hacia Venezuela las reprecisiones de las crisis, de carácter mundial, de los años 1836 – 1837, la cual se origina en los Estados Unidos, creando una nueva situación de inestabilidad. (54)

Copiamos, casi textualmente al Dr. Federico Brito Figueroa cuando, entre otras cosas, al referirse al ensayo de Catalina Banko expresa:
“La crisis de 1836 – 1838 (...) tuvo como epicentro a los Estados Unidos de Norteamérica, extendiéndose luego a Europa, especialmente a los centres financieros de Ámsterdam y París. La información fáctica recopilada y ordenada por la autora, constituye por sí sola, una invalorable contribución a la literatura económica – social con relación a esta crisis sobre la cual se tienen escasas noticias en nuestro país, inclusive en los cálculos especializados.” (55).

Continua Federico Brito Figueroa al sintetizar aspectos del “inobjetable trabajo” de la autora, diciendo:
“Esta crisis se hace sentir en Venezuela (afectada todavía por la Revolución de las Reformas de Julio de 1835) porque la contracción del mercado exterior en nuestra producción agropecuaria, con especial, referencia al café y algodón, determinó la ruina de muchos hacendados y comerciantes intermediarios que no pudieron satisfacer las dacronianas exigencias de la Ley del 10 de abril de 1834, que había consagrado el agio y la usara como instituciones del Estado en el
cuadro de la República oligárquica instaurada en 1830. el fenómeno tuvo casi en lo inmediato repercusiones sociales y políticas...” (56)

Durante esta crisis del año de 1836 –1838, se va formando una fuerte corriente opositora, cuyo principal blanco será la Ley del 10 de abril de 1834. Este cuestionamiento, dice Catalina Banko, es formulado tanto por el comercio intermediario como los hacendados, quienes se hallan agobiados por sus deudas con los comerciantes exportadores. (57)

Acudimos nuevamente, a Catalina Banko, para concretar algunos aspectos que nos proporcionan importantes consideraciones para la comprensión del ya acelerado distanciamiento del bloque de las clases dominantes, en efecto, escribe:
“El enfrentamiento más profundo contra la burguesía comercial y usuraria es encabezado por un grupo de grandes y pequeños terratenientes que deciden fundar la Sociedad de Agricultores.” (58)

Prosigue, Catalina Banko, asentando que la magnitud de la crisis y la ruina de la propiedad agraria conducen a los hacendados a organizarse gremial y políticamente, quienes pugnaran contra los comerciantes, diferenciándose en el campo de la lucha política, que ya se había planteado en 1834, desembocando en la revolución de las reformas (59).

Para finalizar, el presente capítulo se expresa que hemos tratado de realizar una síntesis de la situación económica – social y consecuencia política durante el tiempo histórico entre los años 18300 a 1838 que nos sirve de marco teórico para situar el alzamiento de Guanarito dentro del contexto nacional y comprender ese fenómeno regional con criterio de totalidad.


LA REVOLUCIÓN DE GUANARITO 1836


Hombres “osados e4 ignorantes comandados por una tal Vicente Arias” (60), vecino de las Parroquias de San Miguel y de Morrones del Cantón de Guanare y Provincia de Barinas se levantaron en armas en los primeros días del mes de diciembre del año de 1836.

Una partida de más de cien hombres, decían las versiones que llegaban a Barinas, dando vivas al Coronel Farfán a quien llamaban General, desde el paso de Mijagual de Barinas hasta la jurisdicción de Morrones del Cantón de Guanare, iban sumando adeptos a favor de su causa.

La insurrección popular daba vivas a la Reforma y según parece, explicaba en un informe del Gobernador de la Provincia de Barinas Juan José Pulido, al señor Secretario del Departamento de Interior y Justicia, “los amotinados en su frenesí han concebido el proyecto de proclamar una guerra de castas” (61)

La toma de Morrones por los revolucionarios tuvo lugar 8 de diciembre “que hacían presos a los hombres que se ocultaban y admitían los que se presentaban proclamando al coronel Farfán” (62). Otra fuente oficial señala que en esa misma fecha en la noche, también, “una partida de ladrones había robado el sitio de Sabaneta jurisdicción de Mijagual” (63).

Ante aquella circunstancia el Gobernador Juan José Pulido, llamó inmediatamente a servicios al comandante José Briceño par que con cincuenta hombres de la militancia de esa ciudad (Barinas) y la de la Villa de Obispos marchara contra los alzados y dispuso órdenes que en igual número de fuerzas salieran de Nutrias y de Guanare (64). Con este plan militar se pretendía perseguir, acosar y envolver a los insurrectos y cerrarles el paso en todas las direcciones.
Mientras tanto las partes que se recibían en Barinas tenían cada vez más carácter de amenazantes, ya que el día 11 de diciembre en la mañana los revolucionarios tomaron a Guanarito.

Se habían constatado que los revolucionarios contaban con doscientos hombres, varias armas de fuego y veinte o más bestias.

La toma de Morrones y de Guanarito por los revolucionarios de Vicente Arias alarmó a los habitantes de Guanare, apenas lo separaban de los acontecimientos leguas. El señor Ramón Oraá, vecino de esa ciudad, con fecha 13 de diciembre, apresuradamente, le escribía una carta a su yerno León Cazorla que habitaba en Valencia entre otras cosas le decía lo siguiente:
“que entre los puntos del paso de Mijagual, la Boca del Caño y la Jurisdicción de Morrones ha estallado una revolución entre la gente insana y oscura del pueblo, estos tumultuarios han robado aquellos puntos y hoy se hallan en Guanarito, cuya cabecera de Cantón está en poder de ellos con todos los intereses y riquezas de sus vecinos.
En estos momentos nos hallamos en alarma porque se preparan según noticia de los que han venido de allí a venir a esta ciudad con la gente que tienen y pasan trescientos hombres. Medidas activas se toman a fin de reducirlos, pero hasta hoy los insurrectos no han sido sofocados.” (65)

Honda Repercusión de la Tomas de Guanarito.

Más allá de Guanare, a todo lo largo del pie de monte de la serranía de la Portuguesa llegaba la noticia de la revuelta popular a los Cantones de Ospino y de Araure y sendas comunicaciones fueron enviadas por los jefes políticos de estas poblaciones, bifurcándolas a Valencia, a Barquisimeto, ¡Hasta las ciudades Mérida y Trujillo!.
El jefe político del Cantón de Ospino, pedía ayuda, en fecha 18 de diciembre, a Valencia, solicitaba que le enviaran “fuerzas de caballería y de infantería, porque los revolucionarios marcharían sobre Ospino que está indefenso” (66).

Desde Valencia se ordenó al Sr. Gobernador de Barquisimeto de enviar tropas hasta Araure, cuando llegó el oficio ya se habían enviado “tropa armamentada y demás elementos de guerra al mando del Teniente P. Parra”. (67)

Desde el llano, pasando por los tunales de Barquisimeto hasta las sierras nevadas de Mérida y las nubladas cumbres de Trujillo, en menos de quince días las fuerzas del gobierno oligárquico le tendieron cerco a quienes llamaban indistintamente “Revolucionarios, hombres estúpidos e ignorantes, oscuros, traidores contra la República, etc.” (68)

El Plan de Pulido Contra Los Revolucionarios.

Ya dijimos, que el Gobernador Pulido, Barinas había llamado a servicio al Coronel Ramón Escobar para levantar alguna fuerza de caballería, que era necesidad a su cabeza poner un Jefe, también, llamó a servicio al comandante José Briceño al mando de cincuenta hombres de milicia, ubicándolos en la ciudad de Barinas y la Villa de Obispos, pero subordinados a aquél.

La escasez de caballos le retardaba a Pulido la ejecución de sus planes para la persecución de los insurrectos. Por otra parte, las ramas de la administración no tenían fondos suficientes que disponer viéndose en la necesidad de apelar al patrimonio de los habitantes para que les proporcionaran los medios para concurrir al sometimiento de los revolucionarios. Al efecto, dispuso a incitar a los habitantes de Obispo, de nutrias y de Guanare para que le proporcionaran un empréstito. Pulido, personalmente, fue a la Villa de Obispos, recogió entre los comerciantes ciento
ochenta pesos, según su versión, tuvo la satisfacción que se lo entregaran “no en clase de empréstito, sino en calidad de donativo” (69).

Con el donativo de Obispos, el Gobernador Pulido, dispuso que el Comandante Delgado pasase a las Parroquias de El Real, San Lorenzo , La Luz y Libertad, con la misión de reunir alguna gente de caballería y marchasen de inmediato a ocupar la Parroquia de Sabaneta y entregar allí toda la tropa al Coronel Ramón Escobar. Al Capitán Ramón González lo envió a Nutrias con el mismo propósito y luego salir a Mijagual pero siguiendo el camino por la Parroquia de la Cruz. En la capital de la Provincia: Barinas, se organizó una guarnición de cuarenta hombres “no tanto para atender a la seguridad, como para que sirva, bien para reformar la columna de Escobar, en caso necesario, o para facilitar la reunión de más número de tropa, si las circunstancias lo hicieran indispensable.” (70).

Sabaneta de Barinas, primer lugar tomado por los revolucionarios, fue el sitio de reunión de las fuerzas gubernamentales, ya que los insurrectos lo habían abandonado por haber tomado a Guanarito. Las fuerzas gubernamentales reunidos en Sabaneta, según los cálculos, debieron estar compuestas por unos doscientos hombres, bien armados y muchos poseían caballos.

Desde las primeras noticias de la revuelta habían llegado a Guanare, “el activo Jefe político de la ciudad” tomó la decisión de mandar a hostilizar los “amotinados” con un piquete de veinticinco hombres, bien armados, municionados, y socorridos con la gratuita contribución que al efecto recibieron varios ciudadanos ocho hombres de caballería que voluntariamente se presentaron y a los cuales se iban a incorporar otros que lo esperaban en la Parroquia de San Miguel.” (71)

Oportuno es informar que en caracas se aprobaron las medidas propuestas por el Gobernador de Barinas y el Gobernador Central, a través de la Secretaría de estado en el Despacho de Hacienda, autorizaba al Gobernador Pulido tomar empréstito en
dinero hasta la suma que fuese necesaria. Que se librara de la administración de Barinas la suma pertinente con preferencia a cualquier otro gasto, pudiéndose mediante esta tesorería negociar hasta la suma de dos mil pesos por medio del libramiento del comercio.

La Toma y Desalojo de Guanarito.

En fecha 23 de enero el Jefe Político de San Carlos, enviaba un expreso a Valencia diciendo por oficio lo siguiente: “Que los facciosos han abandonado a Guanarito y que fueron dispersados por las fuerzas armadas de la Provincia de Barinas” (72)

Se deduce de la documentación, que seguiremos presentando, que la toma de Guanarito por las fuerzas combinadas de los Coroneles Escobar y Castejón tuvo lugar entre los días 19 y 20 de Diciembre de 1836.

Al parecer, debido a que en Guanarito no existía una cárcel segura, o tal vez, por alguna precaución de que las fuerzas insurrectas dispersadas pudieran intentar un reagrupamiento y rescatar a los prisioneros, los rebeldes aprendidos fueron enviados a Puerto Nutrias, en efecto, en oficio de Pue4rtop Nutrias, de Agustín Vergara, entre otras cosas dice lo siguiente: “Ayer llegaron a esta ciudad los remitidos por el Alcalde I parroquial de la Villa de Guanarito veintisiete reos comprometidos en las facciones de Jorge Rodríguez cuya causa por exterminada por el Coronel Escobar” (73).

En fecha 21 de enero de 1837, expresaba, Don Agustín de Vergara, a esta ciudad remitido por el Alcalde I parroquial de Villa de Guanarito siete reos comprometidos en la facción de Jorge Rodríguez cuya causa por extermina por el Coronel Escobar de que he impuesto a Vuestra Señoría, Sr. Secretario del G. En el Departamento del Interior. (74)
Se aprecia, en documentación posterior, que a finales del año de 1837 fueron remitidos a Puerto Nutrias otros integrantes de alzamiento de Morrones y Guanarito enviados por el Sr. Juez de 1ra instancia del 18 circuito de la provincia de Apure entra las cuales se hallaban Bonifacio Jean, cabecilla de la revolución que estalló en Morrones en 1836. informaba el Jefe político de Puerto Nutrias que: “Los reos existen en esta Cárcel aún todavía y nada se sabe del seguimiento de su causa” (75)

De acuerdo a un oficio del 2do Circuito Judicial de Barinas nos enteramos que para el mes de marzo del año 1837, las autoridades gubernamentales habían detenido a noventa y una personas participantes en la revuelta de Sabaneta, Morrones y Guanarito, entre otros se encontraban prisioneros en la cárcel de Puerto Nutrias: “Manuel Bolívar, Asunción Calzado, Juan José Calzado, Manuel Badillo, Vicente arias, Víctor Heredia.” (76)

Los Prisiones Fueron Remetidos a valencia.

El señor Gobernador de la provincia de Barinas, entre otros asuntos señala que:
“Para ahorrar el Estado de estas guarniciones en cuanto sea posible, y el objeto de alejar los temores que inspiran el crecido número de criminales presos en los mismos lugares en donde tienen sus concesiones y c conocimientos, tengo resuelto dirigirlos a Valencia luego se determine las causas y sean remitidas a Consulta a la Corte, V.S. se servirá someterla a determinación del Gobierno para que se es de su aprobación, llevarla al efecto en su oportunidad.” (77)



El traslado a Valencia de los detenidos se efectuó en marzo de 1837, los reos del motín de Morrones o Guanarito fueron sacados en el mayor secreto, esposados y bien custodiados.

Tomás Mendoza Alcalde de la Cárcel Pública de Valencia informaba al Señor Gobernador lo siguiente:
“Existencia de los encerrados anteriores......................................47
Venidos ayer...............................................................................78
Total de Reos......................................................125
Valencia, 14 de marzo de 1837.” (78)


Lamentablemente, no hemos logrado conseguir la lista de los 78 reos que fueron recibidos en Valencia. Pero en otra documentación posterior sabemos entre ellos se encontraba Víctor Marcelo Lozano, quien había sido condenado en 1ra Instancia del 3er circuito de Barinas a cinco años de presidio por haber pertenecido a la facción de Morrones, sometido a una revisión posterior le fue impuesta la pena de muerte por conspirador de primera clase. (79)

Del Indulto.

Una comisión del Congreso compuesta por los señores Miguel Anzola, Pedro Veamonde, José Gabriel Núñez y M. González Méndez, pasaron, el 22 de abril de 1838, una propuesta al Poder Ejecutivo de una resolución aprobada autorizando para que se indulten a los comprometidos en la conspiración de Guanarito en 1836. (80)

El Ejecutivo Según la documentación, informó y recabó opinión a cerca de la anterior proposición a la gobernación de la provincia de Barinas y a los Circuitos
Judiciales correspondientes, de acuerdo a la consulta y respuesta de la Corte Superior se aprobó el indulto con las siguientes observaciones:
“Corte Superior. Valencia.
...está pendiente juicio y habiendo sido castigados algunos reos veredicto con la pena de muerte hallándose otros infiriendo presidio o confinación y atendiendo del tiempo transcurrido seria conveniente indultar a los que pertenecían a dicha facción, estén o no presos, siempre que no hayan sido juzgados en última instancia exceptuándose de la gracia a los cabecillas. Firman: Pedro Estoquera. José Manuel de los Ríos. G.Y. Rojas. Valencia, Mayo de 1838.” (81)

La Lista de los Indultados.

La lista de individuos comprometidos en la facción de Guanarito que han sido puestos en libertad en virtud del indulto expendido por J.E. el encargado del Supremo Poder Ejecutivo el 9 de mayo último y a quienes se les seguía causa por las judicaturas que se expresan a continuación:
“Por la 1ra Instancia del 8vo Circuito de la Provincia de Caracas:
En Calabozo: Nicolás González.
José Román Carvajal.
Bartolomé Ofedu.
José de la Trinidad Silva.
Simón Núñez.
Agustín Herrera.
Facundo Rojas.

“Por la del 2do Circuito Provincia de Barinas:
Guanare: Ramón Escobar.
José Teodoro Pérez.
José Cirilo Perdomo.
Es copia en Barinas 30 de Julio de 1838.” (82)
Nómina de los individuos que aparecen implicados en las facciones de Sabaneta y Barinas a través de los presentes documentos:

Vicente Arias Señalado como cabecilla Toma de Sabaneta.
Bonifacio Jaén Cabecilla de la Revolución de Morrones.
Víctor Marcelo Lozano Conspirador de primera clase.
Jorge Rodríguez Según responsable de la facción de Guanarito.
José Rodríguez. Integrante de la facción.
Víctor Heredia Integrante de la facción.
Marcos Hernández Integrante de la facción.
Manuel Bolívar Integrante de la facción.
Juan José Calzado Integrante de la facción.
Manuel Badillo Integrante de la facción.
Nicolás González Integrante de la facción.
José Ramón Carvajal Integrante de la facción.
Bartolomé Ojeda Integrante de la facción.
José de la Trinidad Silva Integrante de la facción.
Simón Núñez Integrante de la facción.
Agustín Herrera Integrante de la facción.
Fecundo Rojas Integrante de la facción.
“Un tuerto llamado Páez” Integrante de la facción.
Juan Bautista Sánchez Integrante de la facción.
Dionisio Araujo Integrante de la facción.
Bruno Ramón, Un indio. Integrante de la facción.
Santos Regino. Integrante de la facción.
Nicolás Flores. Integrante de la facción.
Juan José Sánchez. Integrante de la facción.
Concluimos esta parte de la investigación refiriendo que Vicente Arias, uno de los señalados como comprometido o vinculado al “alzamiento de Guanarito y del Coronel Farfán” fue fusilado por las fuerzas y justicia gubernamental el 13 de noviembre de 1837. por su declaratoria conocemos que algunas partidas de facciosas que actuaban entre Guanarito y San Fernando de Apure, en el caño de las hebillas estaban integradas o dirigidas por:
“Un tuerto llamado Páez, Dionisio Araujo, Bruno Ramón, un indio y Bonifacio Jaen (...) hacían de Capitán el Tuerto Páez (...) que querían entrar en San Fernando, (...) que habiéndole Jean que tenían comunicación con Farfán (...) que en el caño la Hebilla existe un motín capitaneado por Santos Regino y Nicolás Flores, que dicho motín pasa de 200 hombres” (83)


MATERIALES POLÍTICOS, ECONÓMICOS – SOCIALES PARA LA COMPRENSIÓN DE LA “REVOLUCIÓN DE GUANARITO” 1831 –1846.

El acopio de las fuentes primarias historiográficas sobre la “Revolución de Morrones y de Guanarito”, que hemos logrado reunir, nos han permitido reconstruir lo más relevante de ese episodio de armas y referirnos a la suerte corrida posteriormente de una buena porción de sus participantes. Saliéndonos de los descriptivo y tratando de analizar la insurgencia con miras a su comprensión con criterio de totalidad, es decir dentro del contexto político – económico y social del período histórico entre 1830 – 1840, proseguimos con una serie de fuentes, que a nuestro parecer, nos facilitan el propósito expuesto.

Tomás Lander, por ejemplo, nos señala en uno de sus escritos la situación económica y de manera especial a que sector social atribuía la concentración o disfrute de la riqueza social y las causas que originaban el visible contraste entre unos pocos afortunados y una mayoría en proceso de acusado empobrecimiento, argumentando que:
“No es feliz Venezuela verbigracia porque el señor General Páez o el banquero Pérez, o el banquero Wolf hayan aglomerado inmensos bienes de fortuna; tampoco lo es porque haya en igual caso cuatro logreros más (...) tan colosales fortunas al lado de tantos quebrados (...) solo quiere decir que hay grandes vicios, en la organización social...” (84).

En otro de sus escritos Tomás Lander nos relata la situación política a partir del año de 1835, quien entre otras cosas, comenta: “Desde el año 1835 Venezuela es un teatro de batalla, cadalsos, asesinatos impugnes, proscripciones, confiscaciones y azotes...” (85)

El General José Antonio Páez, en su autobiografía al tratar de recriminar la conducta del Coronel Farfán y de justificar la suya, nos proporciona una valiosa información para la comprensión de las motivaciones u orígenes de algunos alzamientos durante la República Oligárquica cuyos protagonistas lo fueron
distinguidos soldados, luego jefes por patriotismo durante la época de la guerra de Independencia, copiamos textualmente:
“Por mi parte dirigí al rebelde varias cartas llamándole al deber, y el entonces trató de probarme que lo que re clamaba era simplemente el cumplimiento de las promesas que yo había hecho a los apureños en tiempo de la guerra, de que libre Venezuela, no se le cargarían con derechos de ninguna de las clases (subrayado nuestro).” (86)

Prosigue, Páez, en su exposición tratar de convencer al antiguo compañero de armas con los siguientes argumentos: “Injusta, muy injusta es la pretensión que V. Hace, le contesté en una de mis cartas; ninguna de las Repúblicas de América paga menores contribuciones que Venezuela...” (87)

Otra parte importante para la comprensión histórica, del tema que nos ocupa, está contenida, en el informe que envió en fecha 18 de octubre de 1836 John G. A. Williamson, primer diplomático norteamericano en Venezuela, al Secretario de los Estados Unidos sobre nuestro país, entre otras cuestiones le comenta:
“Los efectos producidos en todo el país por la revolución de Julio de 1835, y en su influencia paralizadora en la industria que se llevó la mano de obra para abastecer los ejércitos, son seguramente las causas del actual estado de depresión del comercio con este país, pues ha tenido a reducir la cantidad y a la extensión de la industria y producción agrícola” (88)

el diplomático Williamson, quien además llevaba un diario personal, escribió en fecha de 25 de junio de 1837, referente a la sublevación del coronel Farfán en los llanos de Apure, es decir, un segundo movimiento contra el Gobierno, el rebelde llanero que después de haber sabido éste que, el General Soublette no podría llegar a tiempo de encargarse de la Presidencia, y no habiendo Presidente ni Vicepresidente, aprovechó la oportunidad que asumió provisionalmente el cargo en su condición de
Presidente del Consejo de Gobierno el General Carreño, para alzarse en armas. Insinúa el diplomático que bajo de cuerda podía haber existido un entendimiento entre Carreño, Farfán y todos los exiliados en las Islas; para llevar al país a una lucha que traería las más fatales consecuencias, al armar la población negra contra la blanca (subrayado nuestro). (89)

La amenaza, o la posibilidad de una guerra de castas según Jhon G. A. Williamson, no duda que tuviera fatales consecuencias para los blancos de producirse en forma exitosa cualquier movimiento contra el gobierno. “Esa fue una amenaza que asomaron los reformistas en Julio de 1835, y la misma que desde entonces han usado como consigna los partidos de dudoso origen. (90)

El temor a una guerra de castas lo encontramos expresado en una buena parte del “diario de diplomático norteamericano”, en ocasión de comentar algunos aspectos acerca de la Revolución de las Reformas en Maracaibo piensa de que:
“Al parecer hay cierta actividad de parte de los esclavos, o mejor dicho de la población negra. Es un síntoma peligroso. Pero ahora o más tarde, es una revolución, que en Venezuela deberá enfrentar, apaciblemente o por medios más sanguinarios. Casi todos son negros o mestizos” (91)

Al referirse a las consecuencias que hubiera traído al país una derrota o la pérdida del General José Antonio en la acción de armas contra los hermanos Farfán en el año de 1837 en Apure, expresamente en Payara, Jhon G. A. Williamson nos describe una situación que él daba por la más probable a suceder, transcribimos textualmente sus pronósticos:
“La muerte del General Páez hubiera sido señal de avance de una horda medio civilizada negros de los llanos y del interior, para pillar y matar la población blanca de estas ciudades. Al grito de color contra color, se hubieran manifestado los sentimientos latentes de los que
componen la más grande porción del pueblo en cualquier parte. Nada hubiera podido evitarlo. El gobierno y la ciudad habían sido destruidos por miles de estos hombres, pues dudo que la energía de los que están al mando hubiera podido detener la ola invasora y proteger la comunidad del desastre...” (92)

El gobierno, según el testimonio de Williamson, estaba dispuesto a mantener en reserva la insurrección de Farfán, “y a falta de consulta sobre sus orígenes y principios, cae por consiguiente dentro de la clasificación común como parte del movimiento faccioso de 1835” (93)

Aspectos Económicos y Sociales de Guanarito 1831 – 1844.

En el año 1831, Agustín Vergara quien se desempeñaba como Teniente de Corregidor de Guanarito en un informe requerido por las autoridades republicanas superiores que el Cantón estaba compuesto por dos parroquias más: Morrones y Sabana Seca que la riqueza de Guanarito se fundamentaba en su ganadería, que había sufrido grande merma en la contienda de la Independencia, no contando para la fecha indicada más de 8.000 de cabezas de ganado vacuno, unos 645 ejemplares caballares y 80 mulares. (94)

La producción agrícola se limitaba al consumo. Unas mil personas estaban dedicadas al cultivo de pequeñas labranzas de maíz, yuca y granos para abastecimiento hogareño. Se exceptuaba el cultivo de añil, el que servía para obtener buenos dividendos especialmente en la época de verano. No faltando cinco trapiches que empleaban a 50 hombres. (95)

Según Agustín Codazzi, 1838 – 1840, la Villa de Guanarito situada a la orilla del río Guanare, que le servía de llevar sus productos al Apure y el Orinoco,
abasteciera además a sus habitantes ribereños de abundante pescado, se caracterizaba conjuntamente con sus parroquias de Morrones y Sabana Seca por la existencia de grandes platanales. Los habitantes del Cantón estaban dedicados al cultivo del añil, caña y algodón, y en las sabanas del Cantón se apreciaban la existencia de muchos ganados. (96)

De los protocolos correspondientes al Cantón de Guanarito del año 1844, que hemos acopiado y analizado con miras a su comprensión observamos que el cultivo de añil continuaba siendo el rubro agrícola que originaba la mayor parte de las transacciones comerciales al menos registradas. (97) Relaciones comerciales que se extendían a Guanare, Barinas, San Fernando de Apure y Puerto Cabello. (98)

La movilización de las transacciones comerciales, es decir de los créditos y la cancelación de los mismos corresponde al ciclo de cultivo del añil y de las dos cosechas correspondientes, finales de año y de los meses de mayo y agosto. Las operaciones se basan a empeñar a los comerciantes, prestamistas, por adelanto, entre 100 y un máximo de 700 libras de “añil en flor superior”
“Yo, Ignacio Pescaya, vecino del Regalo se compromete a testar a favor de Antonio Leonidas del comercio y vecindad de la Villa de Guanarito trescientas veintiséis libras de tinte de añil flor superior, que en esta fecha le he vendido por dinero que tengo recibido. (...) le entregaré dicho añil en la cosecha del presente año hasta diciembre del mismo año (...) la libra de a 8 reales, abril 1844 (99).

Otra transacción, que nos sirve de testimonio:

“Martín García, vende adelantado a Juan Bautista Falcón 200 libras de añil en flor superior (...) se compromete a pagar todo en el mes de agosto de 1845. de no cumplir pagaré 2% de crédito mensual (...) como
hipoteca doy en garantía una casa de palma en el partido de Aguacate y cuatro burros. Villa Guanarito 30 de noviembre de 1844.” (100)
Es de hacer notar que algunas transacciones comerciales se menciona expresamente la ley del 10 de abril de 1834. se destacan, comerciantes y prestamistas, Antonio Leonidas que a su vez desempeña el cargo de Alcalde 1ro de Guanarito, Juan Bautista Falcón y en especial Casimiro Jiménez de quien hacemos algunas referencias de acuerdo a la documentación hallada.

Casimiro Jiménez, en el mes de noviembre de año de 1844, confiere poder a Manuel Colmenares para que lo represente en los tribunales competentes para extraer y percibir de Simón Lozano, vecino de la Parroquia de Morrones las mercancías y bestias. En Junio confiere poder a Manuel Acosta en especial en el cobro de 1.050 pesos en dinero a José María Matos de Barinas, los intereses y demás gastos, perjuicios que se originaron hasta el fin del pago según pagaré. En abril había recibido un libramiento de mil pesos dado por orden de la gobernación de la provincia de Barinas contra la aduana de Puerto Cabello, comprometiéndose a pagar los dichos mil pesos en el término de seis meses, para el efecto puso en garantía los siguientes bienes:
1. Una posesión de tierras compuestas de dos leguas y cordadas, es decir medidas, (5.000 hectáreas) situadas en el sitio de las calzadas.
2. Una fundación de dichas tierras con 200 y pico de reses y 22 mulas de arreo.
3. Una casa de teja y palma en la propiedad de Don Francisco Gualdrón.
4. Dos criados, un varón nombrado Trinidad Pinto y una hembra llamada Genara. Es decir, esclavos.
5. Fundos que se hallan libres y valorados en 8.640 pesos. (101)

Los comerciantes locales reciben créditos y dinero, a su vez, de la Sociedad Mercantil “Basany Palacios de Barinas” (102). De Betancourt Baldomero y
compañía de San Fernando de Apure (103). De Gellyco y Compañía del comercio de Puerto Cabello (104). Casas éstas que también hacen transacciones directas con los cultivadores de añil, a través de un grupo de personas que fungían de gestores, apoderados, “picapleitos”, tiene renombre en la región en estos menesteres el Lic. Manuel Acosta de Barinas, entre otros (105).

La documentación revela que la situación económica tenía acentos críticos. Los regimientos de cobros compulsivos son frecuentes. Se aprecia así mismo una tendencia de algunos vecinos a emigrar a otras localidades en busca de mejor fortuna, en especial hacia los lados de Puerto Nutrias. Ramón Ojeda y Francisca Antonia Rodríguez, por ejemplo vecinos de Morrones “resuelven separarse por mala situación para probar fortuna, por estar sumamente adeudados” (106) todo el capital del matrimonio lo constituía una casa con pulpería, morada y víveres valorados en ciento cincuenta pesos, dos burras y un burro. Una vaca parida y, nueve pesos en ropa. (107)

Francisco Gualdrón, vende y traspasa al Señor Abreu de Camaguán una esclava, y Francisco Macias, del sitio de Papelón de Guanarito, resuelve recibir 100 pesos de su esclava María Ignacia Herrera, mulata de veintiún años que le compra su libertad. (108)

Virgilio Tosta, al comentar la economía barinesa entre 1845 - 1846 y desglosar un remitido sin firma, publicado en un periódico de la época “El Barines” dice que su autor trata de demostrar que en la Provincia de Barinas existía una verdadera decadencia comercial. Según, el autor citado, se afirma que el precio del tabaco había descendido en 1845 dos pesos con relación al año anterior; un peso con respecto a los años 41 y 42 y siete pesos en comparación con el año de 1833, más aún la baja del precio del tabaco había llegado a doce pesos en relación al año de 1832. (109)
Al referirse al añil, comenta Virgilio Tosta, que el articulista del Barines, asevera que la siembra de esta planta en Barinas estaban reducidas “a sosa insignificante”, que sólo podía obtenerse por este producto la cantidad de 40.000 pesos años. Luego de citar otros rubros el articulo del Barines concluye diciendo, entre otras cosas, que pese a la ferocidad de la tierra, la laboriosidad de sus habitantes, “se esta miserable (...) que nada hace un pueblo con la seguridad de su propiedad y la división del trabajo, sin tener capital para emplear” (110) al objeto de cumplir sus compromisos y seguir el ritmo del progreso.

Virgilio Tosta, al analizar el proceso demográfico de la Provincia de Barinas entre el año 1831 a 1845, aprecia que se opera una disminución en el ritmo de crecimiento vegetativo, entre 1843 a 1845, debido a un incremento de defunciones, proporcionando, dicho autor, además, la información que entre los años de 1831 a 1845, fallecieron 348 esclavos y nacieron 982 manumisos en el ámbito de la provincia (111)

Para finalizar esta generalizada información económica – social, de la Provincia de Barinas, dejamos nuestras líneas a un estudioso de la historia barinesa, quien fundamentándose en Agustín Codazzi y otras fuentes documentales expresa:
“El segundo informe para la Diputación Provincial, Codazzi repite muchos conceptos expresados en 1846 (...) aunque no encontramos el mismo entusiasmo que tuvo al comienzo de su gestión en Barinas (...) El estado de la agricultura en la provincia esa lánguido y generalmente lo era - en todas sus industrias - ” (112)

Virgilio Tosta, anota, que dicha situación se debía a causas pasadas y permanentes, entre ellas, “la peste de los animales”, que en forma notoria disminuyó los capitales, el paludismo, el poco conocimiento de los comerciantes de Ciudad
Bolívar, sobre la verdadera riqueza de Barinas, ignorancia que lo conducía a unas torpes relaciones con los productores y el comercio de la provincia (113)

Las informaciones de Codazzi, que comenta y analiza Virgilio Tosta, revelan que la ciudad de Barinas, en el tiempo histórico que utilizamos como marco referencial al presente trabajo, “dejó de progresar”, ante la circunstancia, al parecer de no tener la población suficiente y la preponderancia de sus cantones, ni aún en las mimas parroquias. (114)

Codazzi señala, que sólo el nombre de capital no era suficiente para hacerla próspera “no podía apoderarse del comercio de los demás cantones”, que estaban relacionados al Apure por los ríos navegables, incluyendo la parte de Guanarito y Guanare (115)

Creemos oportuno recordar que los Cantones de Guanarito, Guanare, Ospino y Araure, durante el período colonial y hasta el año de 1824 estaban integrados a la Provincia de Caracas. Desde esa fecha pasarán a formar parte de la provincia de Barinas hasta el año de 1851 en que se creó la Provincia de Portuguesa. Desde el año de 1851 hasta 1909, los Cantones que hemos mencionado de la Provincia de Portuguesa serían integrados y desintegrados nuevamente a otras entidades provinciales y estadales, conservando estos cantones su integridad como Estado Portuguesa sin modificaciones desde la última fecha mencionada hasta el presente.

Ahora, dedicamos la atención a la población de la Provincia de Barinas entre los años de 1838 a 1844, acudimos a Agustín Codazzi y ordenamos las cifras y datos de la composición de la población, de acuerdo a nuestro interés temático.


POBLACIÓN DE LA PROVINCIA DE BARINAS 1838 – 1841

CANTONES
TOTAL POBLACIÓN
%
ESCLAVOS
%
TOTALES
109.497
100
1.458
100
BARINAS
11.297
10.31
187
12.82
OBISPO
21.101
19.27
234
16.05
PEDRAZA
5.212
4.76
38
2.60
NUTRIAS
13.620
12.44
148
10.16
SUB-TOTAL:
51.220
46.78
607
41.63





GUANARE
28.398
25.94
489
33.54
GUANARITO
4.588
4.19
17
1.17
OSPINO
10.208
9.32
197
13.51
ARAURE
15.073
13.77
148
10.15
SUB-TOTAL:
58.267
53.22
851
58.37

(116) Cuadro ordenado y porcentajes elaborados por el autor del presente trabajo, basado en la población de la Obra de Agustín Codazzi.


CONCLUSIONES

ASPECTOS POLÍTICOS:

El año de 1830, Venezuela se separa de la república de Colombia y asume identidad política independiente.

La ruptura del orden colonial no implicó que internamente se produjeran modificaciones sustanciales en la estructura económica – social, las expectativas que alentaron las masas populares a todo lo largo de la lucha independentista, al instalarse la República de 1830, son frustradas por el bloque social de las clases dominantes que al elaborar las bases organizativas de la Nueva República, incluso, cercenan derechos ciudadanos adquiridos y reconocidos en Constituciones anteriores.

Se impone un régimen censatario que limitó la participación política a quienes poseyesen medios de fortuna y tuviesen cierta instrucción, excluyendo el 92% de la población.

Los conductores de la nueva República no abolieron la esclavitud, sino más bien procuraron alargarla con diversos recursos legales. Pues si la Constitución de Cúcuta establecía 18 años como la edad de manutención de los esclavos, Constitución Venezolana de 1830, alargó el plazo a 21 años.

Las clases dominantes -la burguesía comercial usuraria y los grandes terratenientes- conquistaron el poder político, ejercieron la tiranía doméstica y activa que hablaba Bolívar, determinando el rumbo de la República, estableciendo un régimen que se ha calificado de mixto; centro federal.

El tiempo histórico elegido por el presente trabajo la Presidencia de la República estuvo ejercida por el General José Antonio Páez, (1830 – 1835). El Dr. José María Vargas, electo en 1835, quien renunció el 24 de abril de 1836, encargándose de la Presidencia el Vicepresidente Narvarte. En 1837, terminando el período del Vicepresidente y electo el General Soublette, por ausencia de este se encarga de la Vicepresidencia el General José María Carreño, Vicepresidente del Consejo de Gobierno. El 20 de mayo asume Soublette el poder Ejecutivo que va a ejercer hasta Enero de 1839.

En el período señalado, anteriormente, se acrecentará el prestigio y el poder del General José Antonio Páez, es el gran árbitro de la política nacional, su victoria sobre “La revolución de las Reformas”, 1835, y la derrota que inflige al Coronel Francisco Farfán en 1837, en los llanos de Apure, le hacen acreedor del Congreso del título de “Ciudadano Esclarecido” y de “León de Payara” por parte del entusiasmo cortesano.

Durante el inicio de la vida republicana, primera Presidencia de Páez, se formaliza una alianza de comerciantes y latifundistas, aunque progresivamente os primeros se van convirtiendo en la clase dominante. Alianza que comienza a resquebrajarse cuando algunos militares son desplazados del aparato institucional y la política económica se muestra cada vez mas favorable a los comerciantes, en detrimento de los hacendados.

Al desgaste del gobierno varguista se estructura un movimiento revolucionario, que estalla en Caracas el 8 de julio de 1835, que se propaga a distintos puntos del país convirtiéndose el Zulia, Oriente y Carabobo en los principales focos revolucionarios “La Revolución de las Reformas”.

La Revolución de las Reformas no es simplemente un enfrentamiento entre “militares y civiles”, constituye mas bien la expresión de las pugnas entre facciones de la clase dominante, sumados a los planteamientos regionales, cuyos exponentes más representativos es el pronunciamiento oriental que proclama la Federación y se opone al conjunto de leyes dictadas en 1830, por no reflejar la voluntad general e impedir la prosperidad nacional.
Al analizar las luchas políticas algunos estudiosos de esa etapa histórica, advierten, no deben buscarse analogías en el proceso europeo, ya que hay grandes diferencias en cuanto a las respectivas estructuras económicas y sociales. En primer término, Venezuela es una nación agraria dependiente de los mercados metropolitanos, que han atravesado una prolongada etapa de luchas por la independencia hasta que en 1830 estructura un régimen republicano basado en una alianza entre comerciantes y terratenientes. Los comerciantes conquistaron un papel predominante en lo económico que van imponiendo al Estado reformas en su beneficio inspirados en la doctrina clásica de Adam Smith. Paralelamente, los terratenientes en proceso de decadencia a causa de las medidas económicas sancionadas son desplazados de los puestos claves del gobierno se van ubicando en la oposición y propugnan la democratización basándose en las doctrinas liberales. Pese a sus ideas liberales, propician la esclavitud y reclaman la intervención del Estado, en la economía, la implantación de medidas proteccionistas.

EN LO ECONÓMICO:

El proceso anteriormente señalado se desarrolla dentro del marco de la expansión capitalista a nivel mundial, que requiere nuevos mercados para colocación de sus productos industriales como materias primas, agropecuarias y maneras a bajo precio.

El incremento del comercio exterior favorece la consolidación del sector ligado a dicha actividad económica. Comerciantes importadores y prestamistas adquieren creciente dominio económico, la legislación se realiza en función de la burguesía comercial con el objeto de lograr:
· Libertad en el ejercicio de la actividad económica privada y la no intervención gubernamental.
· Cambios relativos al sistema de recaudación fiscal, régimen arancelario a la eliminación de una serie de vestigios coloniales que traban y limitan el libre comercio interno y externo y la movilización de crédito interno y externo.
· La expansión del capital comercial requiere el debilitamiento del Poder del Estado y de la Iglesia.
· Se mantiene la coexistencia del latifundio y las relaciones sociales de producción de carácter servil y la esclavitud porque la supervivencia de un régimen agrario de esa naturaleza abre mayores probabilidades de incrementar los beneficios del préstamo usurario.

Las ventas que ingresaron al tesoro público no se emplearon en fomentar los sectores dinámicos de la economía, sino en pagar una deuda pública que se arrastraba desde los años de las luchas independentista y los gastos de guerra entre 1831 a 1847.

Para que los aspectos fiscales resultaran apenas deficitarios al Estado recurre a
· Contribuciones especiales de los sectores de la población en varias oportunidades entre 1830 – 1846.
· Impuestos extras a los productores de café 1833 – 1836.
· Empréstitos (1838 –1839) y 1845 – 1846 y deja de abonar sueldos atrasados y préstamos 1834 y 1839 –1840.

En materia económica en vez de proporcionar incentivos al crecimiento económico, se dictaron leyes a favor o beneficio de los prestamistas usureros, Ley del 10 de abril de 18334, legalizando los prestamos con altísimo interés.

A la deprimida economía interna, incluyendo las crisis originadas por causas estaciónales y epidemiológicas, perdidas de cosechas agrícolas por intenso verano y peste en ganado vacuno y caballar, se agrega una externa de 1836 – 1837 que se extiende a Venezuela. Crisis que se origina en los Estados Unidos, desencadenando una crisis de carácter mundial, debido a que esta nación es la principal deudora de los grandes centros financieros europeos.
Las consecuencias de la crisis para Venezuela son desastrosas ya que en el comercio con los Estados Unidos representaba para nuestro país entre un 35 a 40 %, lo cual rápidamente se aprecia en la colocación de los frutos y la baja de los precios del algodón, añil y café.

CONFLICTOS SOCIALES Y LA REVOLUCIÓN DE GUANARITO:

Para zafarse de la represión política, de las odiosas barreras discriminatorias, de las jornadas de súper – explotación, de la crítica situación económica, las masas populares recurrían a las rebeliones, los esclavos a las fugas y alzamientos armados. Inclusive muchos terratenientes se vieron embargados entre la crisis y la succión de la “tiranía del capital comercial y usurario”, optando por formar filas en la oposición armada.

Los recaudos, hasta ahora, encontrados y analizados, denotan concretamente que los participantes de la Revolución de Guanarito eran en su mayoría “hombres osados e ignorantes”, hombres del pueblo, como el “tal Vicente Arias”, como el “tuerto Páez”, o el “Indio Bruno Ramón”. Conuqueros, pulperos arruinados.

Queda expresamente establecido en la documentación entre los propósitos de los revolucionarios de Guanarito estaba “el frenesí de una guerra de castas”. Es la rebelión social, continuación de la guerra de emancipación. Levantamiento de la población rural libre.

La rebelión de Guanarito, de Morrones, de Sabaneta, vinculada a los hermanos Farfán, “no es solamente contra del gobierno, sino también, en razón de su magnitud y de la crítica social intuitivamente esbozado contra el orden dominante”.

Son comerciantes, de Provincia, la capa inferior de la burguesía comercial, los amos del suelo y de ganados y de esclavos, quienes proporcionan dinero y bestias para equipar el ejercito de la República Oligárquica para combatir “los facciosos de Guanarito”.

La magnitud de la crisis política y económica llevó a “esos oscuros hombres” a la lucha armada y no el móvil del robo como partida de bandoleros.

Dinero, abastecimiento, armas y lo más selecto de la dirección militar barinesa (hoy barinesa y portugueseña) fue preciso movilizar contra los revolucionarios de Guanarito, para vencerlos, momentáneamente. Pues nuevamente la gente del pueblo de Guanarito, la indiada de Guanarito montó el potro de la insurrección en la Federación.


El proceso histórico en análisis se ha limitado a la documentación o bibliografía encontrada quedándonos la inquietud de una investigación más profunda acerca de “La Revolución de Guanarito”.

FUENTES DOCUMENTALES

ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN. Caracas.
República de Venezuela Secretaría del Interior y Justicia. Expediente de la Revolución de Guanarito. Tomo CLI. Año 1836. F. 360.

República de Venezuela Secretaría del Interior y Justicia. Expediente relativo a la causa seguida por conspiración, a los individuos de la facción de Farfán, en la Provincia de Apure 1836. T. CLIII. F: 227.

Sección Secretaría del Interior y Justicia. Estadística Provincia de Barinas. T. XXX. F. 184 y s.

Sección Secretaría del Interior y Justicia. Expediente de Conmutación de Pena a Marcelo Lozano comprometido conspiración de Morrones. T. CLXII. F. 392.


REGISTRO PRINCIPAL DE GUANARE. GUANARE ESTADO PORTUGUESA.

Protocolos del Cantón de Guanarito Año 1840.


BIBLIOGRÁFICAS II

ALVARADO, Lisandro. Historia de la Revolución Federal. Caracas, ediciones Ministerio de Educación. año 1956. volumen V.

ARCILA FARIAS, Eduardo. Historia de un Monopolio el Estanco del Tabaco en Venezuela 1779 – 1833. Caracas, Universidad Central de Venezuela. Ediciones de la Facultad de Humanidades y Educación. Año 1977.

BANKO, Catalina. Poder Político y Conflictos Sociales en la República Oligárquica 1830 –1848. Caracas. Editorial Fondo. Lola Fuenmayor, Universidad Santa María. 1986.

BARALT, Rafael María y Ramón DÍAZ. Resumen de la Historia de Venezuela. Editorial Brujas – París 1939. Tomo I, II. III.

BRITO FIGUEROA, Federico. Historia Económica y Social de Venezuela . Caracas. Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca. 1975. Tomo I.

___________________________. Historia Económica y Social de Venezuela . Caracas. Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca. 1987. Tomo IV.

___________________________. Tiempo de Ezequiel Zamora . Caracas. Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca. 1981. Quinta Edición.

CODAZZI, Agustín. Resumen de la Geografía de Venezuela 1841. Caracas Librería Piñango Año de 1967. quinta Edición. Tres Tomos.
GIL FORTOUL, José. Historia Constitucional de Venezuela. Caracas. Librería Piñango. Año de 1967. Quinta Edición. Tres Tomos.

HEREDIA, Cipriano. Historia General de Portuguesa. Caracas Ediciones Centaruro. 1987. Dos Tomos.

IRAZABAL, Carlos. Venezuela Esclava y Feudal. Caracas. Editorial Ateneo de Caracas. 1985.

LANDER, Tomas. La Doctrina Liberal. Vol. 4, Caracas Ediciones conmemorativas del sesquicentenario de la Independencia. 1961. (Pensamiento Político Venezolano).

LUCAS DE GRUMMOND, Jane. Las Comadres de Caracas. (Historia de Jhon A. G. Williamson, Primer Diplomático Norteamericano en Venezuela.) Editorial Nueva Segovia. Barquisimeto. 1955.

MUÑOZ, Pedro José. Crónicas de Guanare Fragmentos de Ciudad 1888 – 1898. Imprenta Congreso de la República. Caracas. 1979.

SILVA UZCATEGUI, R. Provincias Venezolanas el Estado Portuguesa Guía y Síntesis. S/F.

TOSTA, Virgilio, Historia de Barinas 1800 – 1863. Caracas. Academia Nacional de la Historia. Tomo II. 1987.

URRIOLA, Santos José. Constancia de Guanare. Homenaje a la Ciudad en sus 396 años. Talleres Gráficos Ávila Arte. Editorial Centauro. Caracas 1985.

VILLA, Marco Aurelio. Aspectos Geográficos del Estado Portuguesa. Corporación Venezolana de Fomento. Caracas. 1954.

VALLENILLA LANZ, Laureano. Cesarismo Democrático. Caracas. Tipografía Garrido 1961.

JURISDICCIONES DE PORTUGUESA EN EL TIEMPO

Jurisdicciones de Portuguesa en el tiempo:

Si naces en la República Bolivariana de Venezuela, eres venezolano, pero tu país de nacimiento, actualmente, está dividido territorialmente en Estados, Distrito Capital, dependencias federales y territorios federales. Si, por ejemplo, tu estado de nacimiento es el estado Portuguesa, significa que, además de venezolano, eres portugueseño y de acuerdo con el pueblo o ciudad del estado Portuguesa donde hayas nacido, serás acarigüeño, araureño, guanareño, piriteño, o de cualquier otra localidad.

Ahora bien, esto no siempre fue así, porque las sociedades humanas viven en un permanente proceso de cambios que incluyen también las jurisdicciones. Veamos cómo ha sido esto en el caso del estado Portuguesa:

Antes de la llegada de los conquistadores europeos, los ahora portugueseños éramos Cuybas, Caquetíos, Coyones, Guaiqueríes, Achaguas, grupos aborígenes que habitaron en estas tierras y se diferenciaban entre sí por las lenguas que hablaban y por la forma de elaborar la cerámica.

Entre los años de 1530 a 1694, fuimos habitantes del Valle de Acarigua y Boraure, de la jurisdicción de Barquisimeto, Provincia de Caracas.

Entre 1694 y 1824, vecinos de la Villa de Araure o de la ciudad de Guananguanare o de la Villa de San Fernando de Ospino de la Provincia de Caracas.

La Ley de División Territorial de 1824 crea la Provincia de Barinas y, hasta 1851, los hoy portugueseños, fuimos vecinos de los cantones de Araure, Guanare, Ospino o Guanarito de la Provincia de Barinas.

El 10 de abril de 1851 el Congreso de Venezuela crea, por primera vez, la Provincia de Portuguesa, a partir de ese momento somos portugueseños.

En 1866, los estados Zamora y Portuguesa se unieron en uno solo, denominado Zamora. Esta situación provocó diversas reacciones en contra, las cuales culminaron el 1° de septiembre del mismo año con la vuelta atrás de la resolución que los unificaba. Durante algunos meses fuimos Zamoranos.

La Constitución de 1881 crea el Estado Sur de Occidente, conformado por Carabobo, Cojedes, Zamora, Portuguesa y el Departamento de Nirgua.

El 28 de octubre de 1899, Cipriano Castro establece la división política de Venezuela nuevamente en 20 estados, con lo cual Portuguesa recobra su autonomía.

Unos meses después, el 4 de agosto de 1900, el Decreto 7.995 reduce los estados a 15. El estado Zamora reaparece conformado, esta vez, por Cojedes y Portuguesa, con la capital en Araure.

Marzo de 1901 estrena una nueva Constitución, nuevamente se divide al país en 20 estados, Portuguesa entre ellos.

En 1904, la nueva Constitución, reduce a 13 los estados, Portuguesa pasa a formar parte del estado Zamora, cuya capital es San Carlos.

La Constitución del 4 de agosto de 1909, regresa a los 20 estados, entre ellos, nuevamente, Portuguesa, lo cual permanece hasta nuestros días.

Cuadro 4
JURISDICCIONES DE PORTUGUESA EN EL TIEMPO
Años
Jurisdicciones
Antes de 1530
Cuybas, Caquetíos, Coyones, Guaiqueríes, Achaguas
1530 - 1824
Provincia de Caracas
1824 - 1851
Provincia de Barinas
1851 – 1866
Provincia de la Portuguesa
1866 - 1866
Estado Zamora
1866 - 1881
Provincia de la Portuguesa
1881 - 1899
Estado Sur de Occidente. Capital: Ospino
1899 - 1900
Estado Portuguesa
1900 - 1901
Estado Zamora. Capital: Araure
1901 - 1904
Estado Portuguesa
1904 - 1909
Estado Zamora
1909 – 1999
Estado Portuguesa
1999
Estado Portuguesa de la República Bolivariana de Venezuela
Fuente: Cuadro elaborado por los autores.

Los cambios de jurisdicción en el tiempo obedecieron, desde 1530, a intereses económicos y políticos: los de la metrópoli española, los de la República, los de la Federación y más recientemente de los derivados de un modo de producción capitalista en condiciones de subdesarrollo y dependencia. Hoy día, el estado Portuguesa es uno de los estados que conforman la República Bolivariana de Venezuela.

Con la finalidad de complementar la información regional y relacionarla con la historia nacional, veamos en el siguiente cuadro, como, a través de los tiempos la República Bolivariana de Venezuela ha cambiado su denominación.

Cuadro 5

LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA EN EL TIEMPO
1811-2005

Años
Denominación
Antes de 1498
Territorio libre de un continente también libre
Antes de 1777
Provincia de Venezuela
1777- 1810
Capitanía General de Venezuela
1811 - 1819
Provincias Unidas de Venezuela
1819 – 1821
República de Venezuela
1821 – 1830
Departamento de Venezuela de la República de Colombia
1830 - 1864
República de Venezuela
1864 – 1953
Estados Unidos de Venezuela
1953 – 1999
República de Venezuela
1999
República Bolivariana de Venezuela
Fuente: Cuadro elaborado por los autores con información extraída de las
Constituciones de 1811, 1819, 1821, 1830, 1857, 1858, 1864, 1874, 1881, 1891, 1893, 1901, 1904, 1909, 1922, 1925, 1928, 1929, 1931, 1936, 1945, 1947, 1952, 1953, 1961, 1999



Organización político territorial del estado Portuguesa en el tiempo

Durante la Colonia:

Una Ciudad : Guanare
Dos Villas: Nuestra Señora del Pilar de Araure y San Fernando Rey de Ospino
Pueblo de Indios Tributarios: Acarigua
Pueblos de Misión: Agua Blanca, San Rafael de Onoto, San Antonio de Jujure o Turén, San Genaro de Boconoíto, Nuestra Señora de la Paz de Guanarito, Las Marías, Morrones, San Rafael de las Guasduas, Tucupido, La Aparición

Portuguesa: organización en cantones y parroquias (a partir de 1824)

CANTONES
PARROQUIAS
Araure
Araure
Acarigua
Agua Blanca
San Rafael de Onoto
La Misión
Sabaneta
Píritu
Guanare
Guanare
Tucupido
Boconó
San Rafael
Marías
Maraca
Papelón
San Miguel
Ospino
Ospino
La Aparición
Guanarito
Guanarito
Morrones
Sabana Seca
Fuente: Cuadro elaborado por los autores con la información suministrada por Virgilio Tosta en: Historia de Barinas. Caracas.













Portuguesa: organización en Distritos y Municipios
Desde el 4 de Enero de 1926
DISTRITOS
MUNICIPIOS
Araure
Agua Blanca
Araure
San Rafael de Onoto
José V. de Unda
Paraíso
Esteller
Píritu
Guanare
Córdova
Guanare
Papelón
Guanarito
Guanarito
La Trinidad o La Capilla
Ospino
Aparición
Ospino
Páez
Acarigua
Payara
Pimpinela
Sucre
Biscucuy
Concepción
San Rafael de Palo Alzado
Turén
Canelones
Nueva Florida
San Isidro labrador
Santa Cruz
Santa Rosalía
Villa Bruzual
Fuente: FUDECO. Evolución Demográfica en Venezuela y la Región Centro Occidental (1873-1891). Barquisimeto, 1988

Portuguesa : organización actual en municipios y parroquias
Municipios
Parroquias
Agua Blanca
Agua Blanca
Araure
Río Acarigua
Esteller
Uveral
Guanare
Córdoba; San José de la Montaña; San Juan de Guanaguanare; Virgen de la Coromoto
Guanarito
Trinidad de la Capilla; Divina Pastora
José Vicente de Unda
Peña Blanca
Ospino
La Aparición; La Estación
Papelón
Caño Delgadito
Páez
Payara; Pimpinela; Ramón Peraza
San Genaro de Boconoíto
San Nicolás
San Rafael de Onoto
Santa Fe; Thermo Morles
Santa Rosalía
La Florida
Sucre
Concepción; San Rafael de Palo Alzao; Uvencio Antonio Velásquez; San José de Saguaz; Villa Rosa
Turén
Canelones; Santa Cruz; San Isidro Labrador
Fuente: Ley de Organización Político Territorial del Estado Portuguesa de 1996

LOS PUERTOS DE PAYARA

LOS PUERTOS DE PAYARA
2ª Sesión de trabajo
19 de Septiembre del 2004

El pasado Domingo 19 de septiembre realizamos la segunda sesión de trabajo en la Escuela Bolivariana Los Puertos. Los asistentes recabaron información testimonial entre sus ascendientes, la pregunta generadora fue ¿De dónde son tus padres? .

Participante 1 (María Rodríguez): Pedro Rodríguez y María Fernández vinieron de las Lomas de Sanare en el estado Lara en 1941 porque había trabajo en el maíz en localidades como Palo Blanco, Las Raices, Canoita. Recuerdan que trabajaron para Pedro Barrios y Alberto Cordero y que iban para Acarigua en burro.

Participante 2 (Juana y Virginia Ávila, estudiantes de Misión Ribas II): María Francisca Rivero vino de Puerto Cabello para Caño Seco . Su papá (Cecilio Avila) vivía aquí, en Los Puertos y trabajaba en Caño Seco.

Participante 3 (Cleotilde Bernal, estudiante de Misión Ribas I): Su papá José Rafael Bernal vino con su mamá desde el Caserío Pajarito de Duaca , estado Lara, estaba pequeño, a los 51 años murió. Se había unido con su mujer en Los Puertos cuando él tenía 38 y ella 18 años. La abuela vive con un hijo.

Participante 4 (Laura Meléndez, estudiante de Misión Robinson): Su papá, Maximino Rodríguez, nació en Duaca (Caserío Tarama) llegó a Los Puertos a los 16 años y murió a los 38 en un accidente con la máquina con la que trabajaba cortando arroz, trabajaba para Pedro Barrios. Su mamá, Plácida Meléndez aún vive, vino de Paricua.

Participante 5 (María Paula Caamaño): Su mamá María Camacaro vino de La Fila de Duaca estado Lara. Llegó en 1971 porque aquí estaban sus padres. Ella se vino diez años después que ellos con sus dos hijos. Su papá , Miguel Antonio Caamaño, se vino de Colombia desde 1958, estuvo en Maracaibo, Trujillo y desde 1961 está en Los Puertos. Vino a trabajar con el señor Cobo y tiene 46 años trabajando y sembrando arroz. La hermana del señor Cobo fundó el fundo Cary que lleva su nombre.

Participante 6 (testimonio, estuvo en Robinson): Plácida Meléndez, es de Turén, trabajaba por la montaña cuando había madera. Le trabajaba a José R. Correa (maderero) como cocinera en los campamentos madereros. Recuerda el susto que les pegó un tigre cuya presencia se sentía cerca. Cuando ella quedó sola en la chofa (cocina) y como estaba con su hijo pequeño, juntó latas mantequeras y hacía ruido con las mismas para ahuyentar al tigre. De los viejos madereros recuerda a Pacífico Cordero y a un pariente llamado Manases Meléndez. Los sitios de explotación de maderas eran Chispa, Santa Cruz, El Ají.

Participante 7 (Alberto José Flores Ramonel, Misión Ribas): El abuelo Ismael Flores vino de Quibor, su bisabuelo era Cleofe Flores, también de Quíbor. Su mamá Sonia Ramonel es de Guanare.

Participante 8 (Camila Cuero): Su padre, César Cuero, es colombiano en 1971 se vino para Turén y desde 1973 está en Los Puertos. Su mamá Coromoto nació en Los Puertos.

Participante 9 (Cecilio Bernal): Su papá José Vicente Bernal vino de Duaca y tiene 35 años aquí. Su mamá Olga Colmenárez nació en Los Puertos. Pedro Barrios era su abuelo llegó con sus hermanos y unos obreros a principios de los años 40, cuando el caserío estaba al otro lado del río (Puerto Escondido) deforestaron juntos. Sólo había cerca un vecino, Francisco Ávila. Dicen que Pedro Barrios estaba vendido (hizo un pacto con el diablo). Tenía un chivo grande. Los hermanos de su abuelo (Pedro Barrios) venían de Píritu. Puerto Escondido era llamado Los Puerticos que quedan por ahí por la finca de Eugenio Colmenárez.



¿Qué otras cosas nos contaron?

Personajes:

Joaquín Montesinos es el hombre más viejo de la comunidad, tiene 100 años y probablemente vino de Lara.
Pedro Barrios era un terrateniente cuyas posesiones se extendían hasta la comunidad de Andrés Eloy Blanco. En Los Puertos viven algunos de sus descendientes.
José Gómez es un líder de la comunidad recordado con aprecio. Actualmente está en Nirgua a donde se lo llevaron sus hijas por razones de salud.
José Correa era un maderero de la zona.
Plácida Meléndez trabajó como cocinera en los campamentos madereros.
Chico Cariel es compositor y cantante.

Cuentos y leyendas:

Las ánimas silban y hacen ruidos para reclamar cuando se han olvidado de prenderles la vela ofrecida.
En la laguna hay duendes. En la casa de Chico Cariel hay que dejar las luces prendidas para que los duendes no molesten.
Cuando la zona era montaña se escuchaba “el hachador”.
Pedro Barrios estaba vendido (hizo un pacto con el Diablo), tenía un chivo grandote y lo cuidaba mucho.


Fauna:

Los araguatos se comen los maizales, pero, Plácida dice que no son los araguatos sino los chucos.
Por aquí había dantas que acababan con los maizales.
Los pájaros arroceros andan en grandes manadas y destruyen en un momentico grandes extensiones de arroz. Se les ahuyenta con ruidos de cohetes, latas, etc.
El Aguaitacaminos hace un ruido que suena como “cojío” y pone los huevos en el suelo. No hace nidos ni los protege.
Guacharacas y pavas.
Antes había tigres.
Los peces son: bocachicos, curitos o cascarrones, bagres (cuando el río crece), tetero (es el mismo pico e frasco de Agua Blanca). En los barriales hay sanguijuelas y rayas.

Topónimos: (fuente: Cecilio Bernal, joven habitante de la comunidad)

Canaguapo: nombre del río que pasa por Los Puertos.
Guayabal: nombre de un antiguo caserío (hoy día es una arrocera).
Vuelta de Maratán: Lugar donde se juntan los ríos Maratán y Durigua.
Puerto Escondido: antiguo asiento del Caserío Los Puertos.
Los Puerticos: antiguo nombre de Puerto Escondido.

Comunidades indígenas:

En la Huerta, detrás de la casa de Plácida Meléndez, se conseguían restos de loza indígena, cuando se araba la tierra.


Tradiciones:
El patrón de Los Puertos es San Isidro y la Virgen de la Paz, patrona de la parroquia Payara.
Antes celebraban el día de San Juan. Al Santo lo traían de Duaca. Hace como 9 años que dejaron de hacerlo. También de hacían velorios de la Cruz de Mayo.

Conclusiones de la jornada:

La actual población de Los Puertos es descendiente de gente del estado Lara: Sanare, Duaca, Quibor, del mismo estado Portuguesa: Turén, Píritu, del estado Carabobo: Puerto Cabello y de Colombia.
Generalmente alguien se venía primero, un hermano, el padre o cualquier otro miembro de la familia. Posteriormente llegaban los demás.
Algunos venían por temporadas.
Venían porque había trabajo: explotación maderera, siembra de maíz y arroz.
Anteriormente era selva y había que deforestar para poder sembrar.
Fue una zona de explotación maderera.
Se acordó realizar otra jornada de trabajo con los abuelos para el día 10 de Octubre.

TESTIGO
PROCEDENCIA
FECHA
CAUSA
PEDRO RODRÍGUEZ
LOMAS DE SANARE ESTADO LARA
1941
HABÍA TRABAJO EN EL MAÍZ
MARÍA FERNÁNDEZ
IDEM
IDEM
IDEM
MARÍA F. RIVERO
PUERTO CABELLO

MATRIMONIO
JOSÉ RAFAEL BERNAL (falleció a los 51 años)
CASERÍO PAJARITO DE DUACA ESTADO LARA

SE VINO CON SU MAMÁ DESDE PEQUEÑO.
MAXIMINO RODRÍGUEZ (falleció a los 38 años en un accidente con la máquina)
CASERÍO TARAMA, DUACA, ESTADO LARA

TRABAJABA COMO CORTADOR DE ARROZ.
MARÍA CAMACARO
LA FILA DE DUACA ESTADO LARA
1971
SUS PADRES ESTABAN EN LOS PUERTOS
MIGUEL ANTONIO CAAMAÑO
COLOMBIA
1961
TRABAJO EN LA SIEMBRA DE ARROZ
PLÁCIDA MELÉNDEZ
Paricua, MUNICIPIO TURÉN , PORTUGUESA

TRABAJÓ COMO COCINERA EN CAMPAMENTOS MADEREROS
ISMAEL FLORES
QUIBOR ESTADO LARA


CLEOFE FLORES
QUIBOR ESTADO LARA


SONIA RAMONEL
GUANARE ESTADO PORTUGUESA


CÉSAR CUERO
COLOMBIA
1973

JOSÉ VICENTE BERNAL
PÍRITU ESTADO PORTUGUESA
1961

PEDRO BARRIOS
PÍRITU ESTADO PORTUGUESA
PRINCIPIO DE LA DÉCADA DE 1940.
DEFORESTÓ



Los datos que se reseñan fueron aportados por los investigadores:

María Rodríguez
Juana Ávila
Virginia Ávila
Cleotilde Bernal
Laura Meléndez
María Paula Caamaño
Plácida Meléndez
Alberto José Flores Ramonel
Camila Cuero
Cecilio Bernal

HABLANDO CON LOS ABUELOS
EN LOS PUERTOS DE PAYARA
17 DE OCTUBRE DE 2004

El Domingo 17 de Octubre realizamos la actividad inicialmente pautada para el día 10 del mismo mes y que suspendimos por ser la fecha de realización de las primarias para seleccionar candidato (a) revolucionario (a) del Municipio Páez. Fueron invitados por los participantes, los abuelos del pueblo:
Joaquín Montesinos: oriundo de El Tocuyo estado Lara nació el 3 de Enero de 1913. Su compañera fue Evangelista Barragán, también larense, de un campo de Duaca quien falleció de un paro cardíaco. Dice que llegó a Los Puertos hace unos treinta años, lo cual es impreciso. Cuando llegó no había casas y trabajaba con un doctor sembrando arroz a punta de dedo, con el agua a la cintura. Lo demás era montaña. Donde actualmente es la pista de aterrizaje eran cortes de maíz. Las tierras donde trabajaba eran del doctor Parra Galán, la finca llegaba hasta Turén y es ahora de Rafael Landaeta quien se la compró a Manuel Amado, criado de Parra Galán quien no tuvo hijos.

Fabricio Barrios tiene 57 años y nació en Chispa, parroquia Payara. Trabaja como jornalero sembrando arroz. Es descendiente de Pedro Barrios y nos cuenta que antes se sembraba ajonjolí a pulso y no le echaban abono.

Encarnación Urbina tiene 56 años y es hermano de Fabricio Barrios. Cuenta que sus padres eran de Coro, estado Falcón. Recuerda que anoche hubo un huracán muy feo que voló algunos techos.

María Canuta Narváez nació en Los Puertos el 19 de Enero de 1930. Cuenta que tuvo 6 hectáreas donde cultivaban arroz y ajonjolí, después se las vendió a Pablo Leal (profesor de Acarigua). Recuerda que su mamá murió, a los 30 años, de los pulmones y que vio camiones sacando maderas cuando esto era montaña y no había si no veredas, caminitos. Dice que sus padres fueron Santos Cedeño y Regina Narváez y que fueron tres hermanos y todos viven en Los Puertos. Ella, a veces pide limosna para vivir. Tiene un hijo que vive de jornal.

Antonio Caamaño cuenta que La Rosalía era una finca donde había un caserío de unas diez casas. El propietario era Francisco Farías. En Canaguapo había trapiche, hacían panela, antes estaban las pailas.

¿Qué otros datos salieron de la conversa?

La división técnica del trabajo en los campos de arroz:
Jornalero: obrero agrícola
Abonero: Trabajo temporal en las siembras de arroz. Entre 10.000 y 15.000 Bs. diarios
Limpiadores o macheteros.
Trabajar por negocio.
Desaguador
Jornales o salarios: entre 5.000 y 15.000 Bs. diarios.
Jornada diaria: 7 am. A 1 pm.
Recuerdan que cuando la tormenta Bret hubo una inundación. El agua pasó por encima del puente.
En El Solitario, detrás de la casa de Encarnación Urbina hay un barranco.
No cazan porque no tienen escopetas.
La madera la cortaban con hachas y sierras de mano.
Hay un sitio denominado Zanjón Hondo (Francisco Ávila)
Dámaso Gutiérrez era el abuelo de Fabriciano Barrios.
Terratenientes: Pedro Espinoza y Pedro Barrios.

CHICO CARIEL LE CANTA A LOS PUERTOS

PARTE I

Larai, Larai, laralai (bis)
Soy nacido en Los Puertos
Y esa es mi tierra natal
Un campo un asentamiento
Yo no lo voy a olvidar.

Payara es el municipio
Donde se puede arreglar,
Los problemas de mi campo,
Donde se pueden llevar
Acarigua es Portuguesa
Guanare es la capital
Donde hay muchos copleros
Con garganta pa cantar
No me olvido de Los Puertos
En donde me supe inspirar.

PARTE II

Larai, Larai, laralai
Yo soy un llanero recio
Como el viento el huracán
Saludando en Los Puertos
A José Vicente Bernal
Y a mi compañero Andrés
Yo no lo voy a olvidar
Que se la pasa tomando
Con Antonio Sandoval
Y al arpista de Tobía
Que me supo acompañar